Ayer leía el periódico con los ojos muy abiertos, una noticia que no sé que trascendencia tendrá para algunos, pero a mí...me sacó un poco de mis casillas. Y no soy fumadora, que conste. Ni me gusta que nadie se joda los pulmones ni que algunos desaprensivos te ahumen. Pero creo que cada cúal es libre, y se puede fumar sin molestar a otros, no hace falta estar a kilómetros de distancia para que eso pase.
No es necesario crucificar a nadie, si una persona nos molesta con su cigarro (ojo, nos molesta de verdad, porque a veces hay "no fumadores" que están deseando alegrarse un poco el día ensañándose con un pobre chico o chica que está fumando a mil metros, en una zona sin prohibición alguna o en la vía pública) debería de ser igual que si nos pisa un pie, o nos empuja, o nos somete a cualquier otra falta de respeto físico. No veo una ley contra los aplastamientos en el metro.
No me meto con que haya zonas para no fumadores y fumadores. Es que me parece exagerada la noticia de ayer...Me parece terriblemente exagerado que hagan ofertas de trabajo buscando gente no fumadora, excluyendo (discriminando, vamos a ser realistas) a los fumadores. Oigan, están en su derecho. Siempre y cuando no molesten a los demás, y eso puede hacerse. me parece excesivo...y terriblemente injusto si vamos a empezar a entrar en ése tipo de cosas, porque entre otras cosas además es que es de locos que no se dé un trabajo a una persona capacitada para ello por fumar, cuando la ley es que el tabaco es legal. Porque no pueden económicamente hacerlo ilegal.
Me parece que alguien se ha txutado en esas empresas de trabajo. Mañana puedo leer la siguiente oferta de trabajo en otro periódico: "Se busca chica heterosexual, no fumadora, que no beba, que no le gusten las películas de StarWars, que lhaga la colada todos los martes sin falta, y que no cene fuera con su pareja los fines de semana, para puesto de secretaria".
Manda huevos.
"Tengo malas tentaciones, tengo prisa por vivir, quítate de mi camino que tu cruz ya la sufrí, no me mientas con promesas, que me va muy bien sin tí...y que sepas que la vida da vueltas...."
Es el nuevo cd de Malú (ya en mi posesión gracias a P.) que nos trae a eigual y a mí a mi memoria cantanto esa estrofa una y otra vez por la calle Marqués de Larios de Málaga, por las escaleras del hostal La Mundial y pensión María, por el puerto, por Mi Parque (seguro que sabes, eigual, qué parque te digo), por la plaza aquella que no me acuerdo ahora como se llamaba, dónde estaba la Flor de Lis y nos encontramos mil veces a Fede, con chicas enrollándose por todos lados, y el martini con naranja de tu vaso y mi Bacardi con cocacola...
Seguro que lo recuerdas. Y los videos. Los videos...jajaj....que menos mal que grabamos, y menos mal que me grabaste en dvd para poder verlos ahora. Y shira y A. que inevitablemente salían una y otra vez entrelazadas en aquellos fines de semana, cuando tú y yo escandalizábamos a las viejas en los pasos de peatones y nos deskojonábamos, cuando nuestras RAYADAS, así, en mayúsculas, y la tetería de al lado de la estación de bus dónde huíamos (sobre todo yo, capulla, que siempre te gustaba sentarte en los andenes hora y media antes de irnos otra vez a Granada, y a mi se me cortaba la sangre al ver parado el autobus de Alsa y se me volvía loca la cabeza), y los helados....¿tú te acuerdas de los helados?.....¿cuántos nos hemos llegado a comer seguidos? ¿en cuántas heladerías diferentes???...jajajja......
No sé cuándo volverás a tener internet y leerás ésto. Pero tenemos que volver, ¿sabes? tenemos que volver LAS 4...
Y lo cierto es, que no sé si alguna vez os he dado las gracias a tí y a shira (que para mí siempre tendrá ese nick), pq entre vendettas, apuestas, viajes a Malága, noches en San Miguel, paciencia y ganas de soportarme, toques al portero del piso de T. por la noche cuando yo quería desaparecer del mundo y vosotras me esperábais en el coche, tonterías de las nuestras, conversaciones profundas, apoyo incondicional, AMISTAD infinita, atardeceres en la playa, días en la Playa de Los Muertos, cubatas, películas, canciones (en tu casa eigual, y en tu coche shira, que mira que eras cabrona, jodía), presentimientos, cenitas en italianos y en sitios raros eigual, Lambrusco, Noches, días tiradas en el piso de T., hasta pelis porno eigual y cafés con una pintora casi todas las tardes shira, conversaciones y más conversaciones, abrazos, lágrimas también, tu coche esperándome en el monte Clara mía, ratos en la taberna del Irlandés, las horas y las horas y las horas en tu cafetería eigual, preguntándonos por la chica X, haciendo planes, emborrachándome a base de Estrella de Levante (era mi segunda casa) y los sábados x la mañana despertando en tu casa, por entenderme tan bien ambas,x tantas...Tantas Cosas.......Joder..........Gracias.
Porque estuvísteis ahí. Porque os hecho tanto de menos.......ojalá pudiérais estar viviendo más cerca la segunda parte, la parte que empezó con una conversación por Messenger a la 1 y pico de la madrugada, cuando os dije que A. llegaba a Granada a las 6 d ela mañana y yo no me lo podía creer, y continuó con aquel viaje a Bcn, y....hoy día es mi vida con A. en esta ciudad que me encanta aunque está muy lejos de la vuestra (que siempre seguirá siendo un poco mía). Ojalá viviérais más de cerca la paz y la felicidad con la que me despierto cada mañana. Que los sueños se cumplen.
Os echo de menos........Gracias por aquel día en Almería, cuando nos perdimos intentando salir otra vez a Roquetas de Mar, después de haber conducido por una carretera infinita viendo atardecer a lo lejos en el mar, contra el cielo y contra aquel faro que se elevaba....
Gracias x haber estado ahí.
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El humo del cigarro se elevaba en suaves volutas, mientras lo observaba. El gris claro primero empezaba en una columna, luego se abría poco a poco en espirales lentas e imposibles esfumándose, y después se perdía volviéndose nada.
Apoyé el codo en la barandilla del balcón, me miraba la casi colilla entre los dedos y el puño blanco abierto de la camisa del mismo color; la otra mano notaba el tacto áspero del hierro del filo de la baranda.
Realmente no pensaba en nada, no me diferenciaba demasiado del humo en aquel momento.
Me sentía completa, si no es tentar mucho a la suerte decir esa palabra, y me sentía tranquila.
Hacía calor, la tela se me pegaba al cuerpo. Llevaba un colgante de cuero trenzado marrón crema que estaba ardiendo. La esfera del relog que nunca me ponía también me ardía en la muñeca, junto con el pulso. No era mío, lo había cogido prestado a la mujer que se hallaba en la habitación, detrás de mí. Habíamos hecho el amor, por eso me latían con fuerza las venas, lo que también me daba una inexplicable tranquilidad, una paz que se unía a la paz incomparable que le ofrecían a mi vista las dunas del Sahára a lo lejos, y más cerca, los tejados bajos de las casa del pueblo donde estábamos.
Allí no existía el tiempo. Yo odiaba el tiempo. Por eso nunca llevaba relog, desde hacía muchos años, desde que me dí cuenta de ello. Cuando querías que pasara rápido te dabas cuenta de lo eterno que era, cuando deseabas con todas tus fuerzas que se detuviera él sólo te mostraba su infame fugacidad.
Habían pasado años hasta que las dos nos habíamos vuelto a encontrar, en los extraños misterios de aquellas calles, y del destino.
Me dí la vuelta de cara a Cris y le sonreí. Estaba desnuda tumbada de lado en la cama, mirándome.
- ¿Porqué te has puesto mi relog?
La miré fijamente.
- Porque quiero darme cuenta de todos los segundos que estoy a tu lado, para no dejar de estar contigo ni uno solo más en toda mi vida.
A veces, sólo a veces, una canción pasa entera a formar parte de tu alma. Se une a aquellos momentos de tu vida, te atraviesa y te abraza cuando el ahora abre grietas en tu memoria o en tu corazón o simplemente se escucha inesperada, se une para siempre a tí cuando ha sido una parte importante de tu vida.
Porque hay canciones que pueden ser éso, a las que te has abrazado y has acuchillado y te han matado y has vuelto a abrazar cuando la vida no era nada, a las que no puedes olvidar porque han sido la banda sonora de tu vida en instantes de felicidad tranquila e infinita o momentos irrepetibles, a las que tu alma recurre una y otra vez cuando se queda en silencio, o se le cae el mundo o un pedazo, o piensa, o simplemente rescata de sus profundidades como cuando nos miramos a los ojos despacio en un espejo o vemos una puesta de sol por placer.
Es dificil definirlo.
A mí Breath no more me recordaba a...me recordaba tanto. A los días llenos de gritos y lágrimas y desesperación y tristeza en casa de mis padres, a la libertad vacía y plena, perdida como mi sentido del mundo, yo y mi vida, que descubrí aquellos meses en el piso cuando todo daba igual y no daba, a las preguntas y las respuestas de eigual y mías cuando tratábamos de encontrar algo en la todo lo extraño y todas las vueltas de la vida en las que nos vimos inmersas sin un mapa, a la soledad y la melancolía y mis reflexiones lúcidas, a las tardes en silencio mirando por el balcón del piso de T. fumándome un cigarro y bebiéndome unas Heineken encontrándome, a tu ausencia, las largas, largas, largas noches en que sólo podía pensar en ti y tú no estabas, los largos, largos, largos días en que en cada acera, cada estrella y cada cosa que hacía aún sin saberlo, sólo te buscaba. A los viajes. A los momentos en que he estado perdida en mitad de ninguna parte.
Ayer no podía dejar de mirarte a los ojos, mientras nuestros cuerpos se fundían en uno sólo en la cama, mientras hacíamos el amor y tu piel y tu mirada se clavaban en mi corazón y atravesaban mi alma de lo infinitamente preciosa que estabas, de lo mucho....de lo mucho que mi amor por tí me latía por todo mi ser y me llenaba de paz; entonces algún rincón de mi mente escuchaba absorto y callado la canción que en algún instante inundó la habitación, mirándola a ella y a tí...era Breath no more, sí, sólo una canción, que ayer convertiste con tus manos y las mías, en la más hermosa parte de mi alma que jamás llegará a ser.
