22 de Junio 2005

ORGULLO 2005

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Porque nadie nos va a decir a quien no podemos amar. Porque nadie nos va acusar de nada retorciendo una fé o unas mentiras políticas. Porque todos somos seres humanos. Porque tenemos derecho a luchar por lo que amamos y a vivir. Porque nuestros sueños no van en contra de los sueños de otros. Porque somos libres. Porque tenemos derecho a amar y ser amados con las mismas leyes que ellos.

X eso.

[Id a la manifestación. Apoyad nuestros derechos. 25 junio Valencia, 2 julio Madrid]

Escrito por Atlanthis 11:41 AM | Comentarios (2)

1 de Junio 2005

Ese cubo de pintura que goteaba

Oigo una canción del ordenador de mi compañero...me suena, muchísimo, dice don't change my heart, don't change my soul...es rabiosamente rockera y optimista para esta horas de la mañana...(me encanta, no hace falta que lo diga ¿no?)...No deja de repetirla una y otra vez.

Inevitable que me recuerde. No hace tanto tiempo que me subía a las 8 de la mañana, con un frío de mil demonios y un sueño agarrotador, en el Renault Megane de Rafa, con mi ropa blanca de pintora manchada de mil colores, y mi cara despeinada recién levantada. Ponía casi siempre la misma canción, se deskojonaba Rafa, era "la bonita", le daba al número del cd correcto y era la número 1....una canción de sus años mozos en inglés de la que creo que nunca sabré el título, sólo que decía algo así como it's raining in California. También recuerdo escuchar a Estopa, cuando "Ya no me acuerdo" me ponía los pelos de punta cada vez que íbamos por la autovía y la escuchaba. Normalmente iba Jóse detrás con la furgoneta blanca, y su hermano. Íbamos a culaquier sitio de Granada a pintar, pueblos, pub's, casas, chalet's, pisos, hostales, casas de putas.

Yo era la pintora, que aparecía a las 6 de la tarde en la cafetería de eigual, llena de pintura hasta las cejas, y después me iba en el autobús, mientras la gente miraba sin saber si era un chico o una chica, hasta el piso de T. donde vivía; o iba andando, despacio pero sin pausa, paseando, disfrutando de las calles, sí...disfrutando, de las calles y de mi libertad de pasear por ellas a esas horas, aunque lo hiciera de punta a punta de la ciudad y tardara cerca de una hora con los pies muertos en llegar. Me encantaba. La gente me miraba, sí, pero ya no me importaba. Me compraba una torta o una palmera de chocolate en cualquier panadería y merendaba, o entraba a Mercadona y ya hacía la compra (normal normalmente consistente en Heineken, queso, salchichas, leche y poco más).

Recuerdo el olor de la pintura. A veces voy caminando aquí por una calle, sola o con compañía, da igual la hora, y de repente lo huelo...sin querer lo huelo con la memoria y la nariz, el olor del blanco, del esmalte para las rejas, el disolvente, el polvillo de la lijadora....Me penetra por la nariz y parece que estuviera allí, con la brocha recortando o el rulo en las manos pintando una pared, hablando con Jóse de tantas cosas, riéndome de Rafa, sola pensando en mis cosas, pasando frío y humedad, sí, pero también trabajando en el que hasta ahora a sido el trabajo que más me ha gustado. Me gustaba sí, me gustaba ser la pintora. Y comer en mil bares cada semana, llenarme de pintura, crear colores y transformar abandonados hostales, casas restauradas, pub's horribles, pisos cerrados. Que me dieran propina y Rafa la paga todas las semanas que iba directamente al bolsillo de mi chaqueta.

Era estupendo, aunque físicamente te matara. Aunque casi pillara una pulmonía en invierno y me jodiera ambas muñecas. Levantaba latas de 30 kilos una con cada mano y no permitía que nadie me ayudara. Tenía que demostrar que podía, a pesar de no haber hecho un trabajo así en mi vida y ser chica. En algunas cosas era mejor que ellos, en otras jamás les llegaría a la altura, pero aprendía. Era genial con el Estuco veneciano. Era mi primer trabajo, qué cosas. Me sentía extrañamente bien pintando, mis problemas parecían menos problemas, la cabeza sólo se concentraba en pintar.
Guardo la ropa, manchada.

Ahora, el viernes seguramente me tiren de éste trabajo. Es posible que no escuche tampoco más esta canción aquí ni en ningún otro lado. Seguramente no me importe tanto como no haber seguido oyendo a Jose refunfuñar por las mañanas ni los cd's de Rafa en el coche un par de meses más de los que él quiso que me quedara. Pero bueno. Hay buenos recuerdos que se te guardan en el corazón, y a veces con eso basta.

Escrito por Atlanthis 10:42 AM | Comentarios (1)