29 de Noviembre 2006

Primavera

Llevo meses pensando en las palabras que pondría en este post. Meses, adivinando dentro de mi cabeza la forma, el tacto, de lo que escribiría. Inútil.
Quería hacer las frases, el texto, el post...más bonito del mundo, pero es que no puedo. No hay nada más bonito que Ella, en mi vida. Y no va a valer de nada intentar escribir lo que quiero decir con grandes palabras, con versos de más de 100 sílabas. Me he dado cuenta que la profundidad y la belleza de lo que hay en mi cabeza pugnando x saltar a mis dedos, sólo puedo dejarlas a la vista en trozos simples de mi alma.

Cuando se despierta, es la mujer más hermosa del mundo aunque ella no lo sepa. Tiene los pies fríos cuando entro en la cama y los pega a mí, para que se los caliente. A veces me mira de forma que todo mi interior tiembla y se derrite y se siente inmensamente seguro al mismo tiempo. Tiene los ojos más bonitos del mundo. Es el sentido y la luz que ha llenado todos mis rincones. Mi oscuridad dura poco a su lado. Cuando me acaricia me vacía del mundo, de mí. Cuando le hago el amor siento que entiendo todo, que sé cuál es mi sitio en el mundo, que Ella es todo lo que siempre busqué. Si la miro, muy despacio, sin que lo sepa, me muero de amor y orgullo por la mujer que es. Me encanta la niña que sigue siendo.
Me roba el mando de la tele siempre que puede (es una mandona). Ha hecho que adore la comida china y yo que sucumba a la comida japonesa. Me escucha siempre. Es tierna, es firme, a veces se txuta un poco y a veces es la persona más inteligente que he conocido. No conozco una paz más grande, más serena, que cuando me tumbo en su regazo y sólo oígo su respiración, los latidos de su corazón en mi oído.
Haría absolutamente cualquier cosa, cualquier locura, por ella. La amo con locura, con pasión, con eternidad. La amo con comprensión, con firmeza, con seguridad. La amo con todo mi ser, mi alma y cada pequeña gota de mi sangre. Sé que siempre estará a mi lado, que de alguna extraña forma, le gusta cómo soy, extraña, filósofa, escritora, despistada, cabezota a veces. A veces le robo la manta por las noches, sin querer. Se apura casi siempre mis cervezas y mis cocacolas. Me enciende con sólo rozarla. No imagino la vida sin ella. Sólo quiero estar la vida entera, las siguientes, la eternidad, con ella.

Y es por todo éso, que como mucha gente sabe ya, en unos meses nos casaremos. Legalmente.
Recuerdo (y lo haré eternamente) el día que me pidió que me casara con ella. Recuerdo el día, ya en nuestra casa de Valencia, que nerviosa, yo se lo volví a pedir otra vez. Y recordaré eternamente, el día en que la conocí. A esa chica subiendo por la cuesta de la facultad de Psicología de Granada, con unos vaqueros oscuros, una chaqueta negra, unas gafas de sol también negras (de cristales redondos a lo Beatle) y el pelo largo, rizado, suelto sobre los hombros. Olvidaré muchas cosas, pero recordaré toda la vida ésa sonrisa al mirarme, nerviosa, tímida aparentando ser segura, preciosa. El primer tacto de su piel, el primer beso (aunque no fuera de la forma ni en el momento más acertado x mi culpa).

Ése día, firmé el sí a mi destino que se acababa de chocar conmigo. El día que la conocí mi vida se fué inevitablemente, a su lado, junto con mi alma.

Después, tantas cosas. Tantas y tantas cosas...como diría Isma, sí. Días infernales, días inolvidablemente bellos, días y horas desesperadas e irracionales, días, meses infinitos, momentos cruciales, momentos de lucha, momentos de reencuentro y minutos, muchííísimos minutos de sentido, pasión, entrega, sinceridad. Horas de confianza. Años ya, de felicidad. Tantas cosas.
Veo los instantes como en una película en mi cabeza, que casi....casi....puedo tocar con la mano.

Y no sé si puedo decir algo más. Es difícil, ya lo dije al principio.
Es tan grande la sensación al pensar todo lo vivido, todos los años que nos quedan x vivir...y que los viviremos sin que nadie, absolutamente nadie, nos pueda legalmente ignorar...
Y sí, ése día habrá ausencias, unas ausencias de las que ahora mismo no quiero hablar (hay mucha gente que sabe a qué me refiero), pero indudablemente será uno de los días más importantes, inolvidables y maravillosos de mi vida.

Y a tí mi vida, sólo me queda decirte que no sé si dudabas de si pondría o no un post sobre nuestra boda, no sé si te habrás preguntado porqué no lo había puesto ya...Incluso puede ser que esperaras algo más grande, más bueno. Pero es que yo sé escribir muchas cosas, pero no sé...no puedo...expresar la forma en que late mi corazón cada vez que te miro y pienso, que estás ahí, conmigo, no con otra, conmigo, y lo estarás x siempre e incluso un día para el que no faltan ya muchos meses lo dirás en alto, claro, junto a mí, delante de toda la gente que acudirá para compartir ése momento con nosotras. No sé decir mejor que ya sé que ése día estarás absolutamente poreciosa, y que se me grabarán tus ojos en la memoria.

No sé escribir mejor...que te quiero. Que te quiero, hoy, mañana y siempre. Y que no me importa (ya te lo dije un día) si he de acompañarte al cielo ó al infierno, siempre estaré a tu lado. Nunca estarás sola. Y un día seremos abuelitas sentadas en el sofá, cogidas de la mano, mirándose aún con amor mientras los nietos juegan x la casa.

Escrito por Atlanthis.....29 de Noviembre 2006 a las 07:53 PM
Comentarios

Es bonito lo que dices, lo que piensas y escribes.
Me has puesto los pelos de punta, y me has emocionado el alma entera.
Tengo ganas de llorar: porque en algunas cosas me gustaría parecerme más a ti.
Me gustaría no cometer tantos errores.
Tu sabes a qué me refiero.
¿Sabes? Ojala yo le pudiese pedir que se casase conmigo.Creo que merece algo más que yo. Algo más grande. Algo más perfecto. Alguien que no le falle tantas veces como yo le he fallado. Alguien que no sueñe con ser escritora (sin tener talento para escribir). Alguien que persiga otra clase de sueños, más reales: alguien luchadora.

¿Sabes? En cierto modo os envidio. Pero... me alegro muchísimo de saber que estáis tan bien y tan enamoradas como cuentas.

A mi también me gustaría poder grabar sus ojos en los míos y escucharle decir que sí, que quiere pasar el resto de la vida conmigo. Aunque ahora, solamente me conformaría con una cosa... Creo que no hace falta decirla. No, mejor no la digo: no tenía ganas de llorar, y ya lo estoy haciendo.

Soy una gilipollas. Y me gustaría que todo el mundo lo supiese.

Gracias Atlanthis, por todo.

Un abrazo.

Escrito por eigual a las 30 de Noviembre 2006 a las 02:54 AM

No, no eres gilipollas. Creo que te lo he dicho ya las suficientes veces en esta vida como para que no lo siguieras diciendo...jeje, pero ya veo que no, que te hacen falta unas cuantas veces más.
Pues nada, a ello.

No eres gilipollas. Tienes errores, sí. No eres gilipollas.
Sabes que mi vida no es un ejemplo a seguir, como la de muy pocos de los mortales. He cometido mis errores, y tú mejor que mucha gente sabes que he tenido mis grandes momentos de querer mandar todo a la mierda (una buena parte de ello reproducida en este blog).
He luchado, sí.

Ahora, ¿me quieres decir que tú no has luchado?...¿qué hacíamos en Málaga, eigual? luchar por seguir adelante. Desde que te conozco (que ya son años...) siempre has luchado. Así que no digas que eres gilipollas y que no luchas, ten visión para entender tus errores y porqué lo son, para solucionarlos. Sigue adelante, y ella te seguirá.

Lo primero, lo primero de todo, es que tengas claro qué quieres de la vida, de tí, de ella, que dejes de mirar a la oscuridad, que te sientas lo suficientemente grande como para ser tú, seguir luchando por todo y ver la luz de las cosas. Tienes razón, ella se merece una persona grande...y tú dentro de tí tienes a esa persona grande. No la tapes. Si quieres estar a su lado, sácale brillo.

Escrito por Atlanthis a las 30 de Noviembre 2006 a las 01:16 PM

Le he echo daño. Quizás aún amándola deba abandonar e irme lejos. Estos días he llegado a pensar que esto es el principio del fin.
Merecido por mi, claro está.

Lo siento, aunque quiera hacerme la fuerte ante todo esto, no lo consigo.
No hay una noche, desde ese día que no haya llorado antes de cerrar los ojos para quedarme dormida.
Me lo merezco, lo sé. Lo sé. Lo sé.

Pero....me apago poco a poco. He perdido lo que daba luz a mi vida. Una luz infinita e irreemplazable.

Realmente estoy pérdida. Y no me pidas, por favor que sea fuerte. Yo ya no se que es eso.

Mierda.

Mierda.

Mierda.

Eso soy.

Escrito por eigual a las 30 de Noviembre 2006 a las 02:51 PM
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