Suena el despertador. El estremecimiento del sueño que no quiere irse me recorre desde la punta de los pies hasta el pelo enredado en las sábanas.
Abro pronto los ojos, siempre lo he hecho; y veo la oscuridad encima de mi nariz, que grita que no la abandone, que no me vaya y la deje brumosa viendo como recupero el control de mi cuerpo, que me sumerja de nuevo en su seno y me deje llevar por la negra marea soñolienta. Entonces giro la cabeza a la izquierda, en la misma posición, y reuno las fuerzas supremas que tenemos que reunir de golpe las dormilonas empedernidas (e irrecuperables) para levantarse de la cama, mientras la miro, tumbada medio de espaldas medio bocarriba hascia mí, profundamente dormida, dándose ligeramente cuenta de que tendrá que despertarse en breve, ausente aún en su sueño aunque volviendo, hacía la vida diaria, hacía mí, preciosa.
Preciosa, de verdad, no sabe de verdad cuánto. El placer que es cada noche dormir a su lado y sentir su calor y su respiración a mi lado, despertar y encontrarla todavía ahí, junto a mí, serena, en algún lugar soñando sin sentir mis pensamientos, sencillamente hermosa sí, dudo que haya muchas visiones tan simples como esa y tan hermosas. Así siempre se empieza bien el día, es la verdad (aunque cuando lea ésto me llame pelota...jejej).
Tanteo viendo menos que antes (porque ya estoy de pie buscando con un pie la zapatilla que se me ha eskapado y me falta y luchando contra que los ojos se me vuelvan a cerrar, a parte de controlar el desequilibrio vespertino de mi cuerpo, que se cree que puede volver a dormirse en pie) el picaporte de la puerta, sin encender la luz, porque no quiero despertarla aún; cuando ponga la leche del desayuno. Pero la niña se me adelanta y me la enciende ella para que no me mate, y aunque ella no lo sepa ni mi cara muerta de sueño sea capaz de mucho, me arranca una sonrisa. Son las 7 y cinco de la mañana. No me puedo controlar y le planto un beso en la mejilla, monísima con su pijama verde y las sábanas pegadas por todos lados.
Normalmente no soy muy consciente de los desayunos. Antes no soportaba el colacao por las mañanas y ahora es lo que mejor me despeja, nunca he sido capaz de comer mucho a esas horas y bastante lenta en el aseo (hay cosas que nunca cambian del todo, jeje). Sé que hay alguna especie de resorte dentro de mí que hace que haga todas esas cosas de forma mecánica o similares y al rato me encuentre trajeada entrando por la puerta del ascensor, pensando treinta y ocho mil cosas en la cabeza (8 y algo de la mañana, téngase en cuenta el estado de mis neuronas...................), si tenía alguna cita con algún cliente que anoche se me olvidó mirar, lo bien (x Dios.............) que le queda el traje, las ganas que me dan de.... (ejem, yo creo que se entiende y no hace falta que diga mucho más al respecto), el dolor de cabeza que tengo, las cosas que espero se hagan ese día....no sé, mil cosas.
Y me sorprendo a mí misma. Aquí, escribiendo así por las buenas una parte de mi día. De mi día Aquí. Porque siempre me he adaptado muy bien a los cambios, de todo tipo....y este es infinitamente positivo, y estoy en la parra. Sí, en la parra. Que veo las calles y una vocecita dice dentro de mi cabeza...Valencia...ésto es Valencia...yo estoy aquí....mira ¿ves? ahí pone carrer, no calle, y x ahí se va a no sé dónde y....Y eso. Que la miro y dentro de mí se me abre la boca y pienso...Ostia, mira qué es guapa, mira que me siento agusto a su lado, mira que estoy bien aquí, que éste es tu sitio, mira que la quieres. Mira, que estás aquí. Mira. Y miro. Lo miro todo, aunque siga teniendo mi mismo aire despistado. Intento aprenderme las calles, los sitios, nuestra imagen viviendo juntas en la misma ciudad, no lo sé, todo cuanto puedo. Porque mira que es sumamente difícil encontrar tu sitio en esta vida, tu lugar...y es que yo lo he encontrado.
Hay veces en la vida que tus esquemas mentales se vuelven claros, que de repente te encajan todos donde antes no te encajaba ninguno. Y existencialmente vislumbras paz; paz joder, esa palabra que antes no podías ni esperar que estuviera a mil años luz de tí. Y ahora tienes ganas de recorrerte el universo y vivir todo lo posible con esa nueva tranquilidad adquirida; porque siempre hay dificultades, siempre, pero en esta vida hay momentos en que el kaos existencial desaparece. Pero es que desaparece hasta su sombra, y te parece otra vida, como otro mundo ajeno al tuyo, como un mal sueño que de vez en cuando recuerdas y te eriza la piel.
Y bueno, te das cuenta de que merecía la pena. Que merecía la pena luchar x tu vida, x lo que soñabas, x lo que querías. Y que esa sensación no cambiará nunca.
Es un post algo extraño, yo lo sé, parece una hoja de diario mal escrita. Yo no soy escritoria, habrá que perdonarme que algunas cosas no sepa expresarlas de otra manera, una forma mejor. Te quiero, eso lo sé desde el fondo de mi alma, y cada día, x si no lo sabes, te quiero un poco más. Sí, a tí. Que aquí (en mi blog) siempre has sido A. y fuera de él eres mi vida, porque eres la mujer de mi vida y yo lo soy de la tuya y vamos a ser felices, porque nos ha costado a las dos mucho y te amo por todo cuánto eres y todo lo que hay dentro y fuera de tí, aunque no te lo diga; eres todo lo que yo quería. Y soy muy feliz aquí contigo, con todo lo que te rodea, y cada vez más a mi también.
Anoche nos tomábamos una cocacola con una amiga muy especial, y pasaron dos inmigrantes x nuestro lado. Uno ni nos miró, el otro mientras seguía andando, de reojo dijo: No ¿no?, insinuando las cosas que llevaba para vender en la mano. Y se perdieron. ¿Qué porqué digo ahora de pronto ésto? porque me quedé pensando, mientras lo veía alejarse. Me quedé pensando como en algunos momentos de nuestra vida muchas personas toman esa actitud, dando x sentado algo (con o sin razón) negativo que es así y va a seguir siendo x huevos, y ya ni luchan ni lo rechazan ni le buscan soluciones ni lo aceptan, simplemente es un: no ¿no?, o un sí ¿sí?, y eso es un error; porque la vida da vueltas. De campana como decía eigual. Y lo digo porque nunca todo está perdido. Hoy es siempre todavía como dice Isma. Y yo lo creo, que se puede luchar x las cosas. Que sí cojones. Que sí.
Luchemos.
Ufff, ni te imaginas lo que me alegra leerte tan bien y tan feliz... Sigue así. Cuídate mucho. Besos desde otro continente.
Escrito por itaca a las 13 de Octubre 2004 a las 09:10 PMcomo tu dices algunas cosas nunca cambian, y mi estimacion por ti no lo han hecho , siempre pienso en ti, me alegra mucho qestes feliz con las ganas de vivir y luchar , eso es loq necesitabas verdad , escapar de tanta mierda y tanto recuerdo de aquel lugar ..bueno espero saber de ti ingrata, se q el amor te aparta a veces de los amigos pero ya esta , al mnso un e-mail ok...jejejej
un beso inmenso y bueno saludos a la persona q te roba el sueño jejeje
No se si leerás este post porque no es el último.. pero queria comentarte que llegue a este blog de casualidad (buscando una letra de Ismael) y comencé a leerte. Me reconforta leer esa felicidad plasmada en palabras. Escribís bien, por lo menos sentido y sincero. Admiro esa paz tan buscada.
Saludos, desde Argentina.