La verdad es que me he levantado en un ataque de responsabilidad; tenía que llevar a la facultad un trabajo si no quería que T. me matara, sádica y lentamente (estamos en el mismo grupo, claro). He calentado el desayuno -x una vez sin incidentes-, he mirado qué día hacía, medio dormida x la ventana, y he salido unos 7 minutos tarde.
Hacía una mañana preciosa.
Sólo el frío justo (únicamente sentía algo en la punta de la nariz y las orejas), cielo más o menos despejado encima de mi cabeza (que no en el horizonte, abajo sobre los tejados) y un silencio y soledad casi absolutos. Hasta me he alegrado de haberme levantado, milagro. Iba yo haciendo reflexiones del tipo "cada día es una íncógnita", "éste es el tipo de soledad que a veces se agradece", "merece la pena despertarse y salir x ver ésto, éste día así a estas horas, sólo conmigo de testigo", mientras me dirigía x el camino de casi cada día, sobre el filo de las 8:44.
Después ha resultado que no está la profesora que T. y yo necesitamos que nos eche un vistazo al proyecto de marketing, que casi no tengo clases, que me he levantado casi para nada, pero es igual. Estaba doblando una esquina, saliendo de mi auditorio, y de golpe ahí está, me encuentro con X; qué le vamos a hacer, se parece a A., es su doble andaluza con el pelo corto, ya tendría que haberme acostumbrado después de casi 3 años, pero es que cada día está más guapa, y no exagero. Casi no me ha dado tiempo de mirarla, pero aún así ha sido una grata sorpresa. Me estoy muriendo de sueño, dicho sea de paso.
Pero ya digo, es igual. Me ha gustado respirar el aire temprano de este martes.
me alegro de verte al menos un dia positiva...
no busques nunca un doble, siempre puedes encontrar algo muchiiiiisimo mejor.
un beso.
P.D.
has desaparecido para siempre?
Escrito por WiT a las 14 de Diciembre 2003 a las 11:34 PM