24 de Febrero 2005

Esas cosas que no se saben explicar

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Esa sensación de que todo está en su sitio cuando te despiertas x la mañana, de que todo encaja en tu vida, de que tú encajas, incluso la leve luz que entra x las rendijas de la persiana entreabierta del dormitorio, la oscuridad que no llega a disiparse del todo cuando abres los ojos para ver qué hora es (tú quieres seguir durmiendo y compruebas que aún te quedan unas horas x delante), la silueta a lal lado de la tuya, tumbada en la cama, de la mujer que amas y que sólo te basta una mano para acercarla y tocarla, y sentirla a tu lado viva, viviendo contigo en vuestra casa. La tranquilidad de ese momento.

Cuando vuelves unos días a tu ciudad natal, es igual en cierto sentido el motivo que te lleve hasta allí (en mi caso fueron unos exámenes), y te embarga una mezcla de extrañeza x las calles y tu mera presencia en ellas (especialmete si ella Ella no te acompaña), y la nerviosa familiaridad de la tierra dónde has crecido, llorado, madurado. Ése querer distanciarte mentalmente de ella, el recordarte que ya no estás ahí y el vago miedo de que sea una pesadilla y te pase algo que te impida regresar al que ahora es tu hogar y a los brazos de tu mujer, aún cuando sabes que es absurdo porque ya no hay existe nada que pudiera retenerte allí contra tu voluntad, pero a veces las aceras mismas que pisas durante esos días te recuerdan todo el dolor que has vivido tiempo atrás. Y a la vez sientes esa rara ternura hacia el lugar donde se quedaron tus amigos, el alcohol sin sentido hasta las 4 de la madrugada, los atardeceres.

Lo que te aprieta dentro del alma y te destroza cortándote en mil tiras cuando coges el teléfono y llamas a tus padres y oyes la voz de tu madre y piensas a la vez que está enferma y que tendrías que hacer algo, que la quieres y que no puedes estar a su lado, que necesitas que te dé un abrazo y que éso, ésa magia, hace tiempo que está irreparablemente rota, que tienes razón y que en cierta forma te da igual, que no puede hacerte daño y que te lo hace, que tu vida es correcta y que ella no lo entiende, que sólo sabe hundirte y que la has perdido. Y a tu padre también. Y que no importa tanto. Y que duele. Y no quieres llamarlos,que han dejado atrás el contacto racional con la realidad pero quieres verlos. Que no los soportas como son, ni lo que te han hecho toda la vida. Y también te duele. En realidad cualquier pensamiento respecto a ellos te duele.

El estar construyendo tu vida. El que esa vida sea al lado de tu amor. Fregar vuestros platos, poner vuestra lavadora, ver vuestra tele las dos en el salón. Trabajar y estudiar, y que ése estudiar te cueste pero lo elijas. Esa seguridad que sientes con su familia, con sus amigos que poco a poco son los tuyos también. Mirarla. Mirarla infinitamente, haga lo que haga, te sonría, te diga algo con seriedad, te gaste una broma, te diga te quiero....Mirarla. Está ahí. Tu sueño hecho realidad. El fuego que te arde en el corazón x ella. Que te quiere como eres. Que no la cambiarías x nada del universo.

Los años que te quedan x vivir, con ella. Con todo lo que has aprendido y te queda x aprender.

Cuando estás sudando, con los ojos fijos en los suyos, haciéndole el amor y no puedes dejar de mirarla, y verdaderamente te sientes dentro de ella, tu piel parte de su piel, su piel parte de tu alma, y te entran ganas de llorar de amor, de pasión, de ternura, y te abraza cansada y sientes su corazón latiendo deprisa, y hueles su pelo y te embarga y te susurra te quiero y te traspasa el escalofrío más dulce del mundo.

Cuando sabes que todo tiene sentido, que existe la ilusión y los sueños se cumplen, que la amas y te ama, que día a día te hace ver que todo es más sencillo de lo que parece, que tu corazón se va abriendo poco a poco a la ciudad en que vives y a su gente y te encanta. Que te preguntas cómo has vivido tantos años en la oscuridad, ajena a la luz que ahora te rodea. Que te alegras y no tienes palabras para expresar cuánto, de no haber perdido nunca la esperanza, de haber tenido fé en todo lo que creías.

Escrito por Atlanthis 5:29 PM | Comentarios (0)